Aceite de cedro siberiano con resina
El aire de los bosques de cedros siberianos se puede considerar prácticamente libre de microbios gracias a la resina, un extraordinario antiséptico natural. Los cedros son una peculiar fábrica de oxígeno, cargando el aire de de iones negativos que generan bienestar y fitocidas que eliminan cualquier microbio en un radio de acción de varios kilómetros.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los hospitales rusos daban resina a los heridos como antibiótico natural y con gran éxito también preparaban un bálsamo de resina para curar las heridas, lo cual ayudó a conservar la vida de muchas personas.
El aceite de cedro con resina es un antibiótico natural con una potente actividad antiviral y bactericida, además de ser un extraordinario reconstituyente y estimulante del sistema inmunológico que restablece la energía viva del organismo ya que limpia y regenera la membrana celular restableciendo su metabolismo. Especialmente indicado para tomar en cualquier enfermedad infecciosa y durante la convalecencia.
El poder bactericida y cicatrizante de la resina regenera los tejidos dañados tanto a nivel externo (heridas, quemaduras, cortes, cicatrices) como interno y junto al sirope de cedro, es especialmente eficaz en casos de úlceras de estómago e intestino y dolencias gástricas. Limpia y tonifica las arterias y venas (arteriosclerosis) y estabiliza la tensión arterial.